Durante la dictadura La Nación hacía sorteos tipo Don Francisco. Regalaba autos, plata, bicis…tiraba concursos en la radio y en la tele. Debe haber sido harto el gastadero de plata en promoción y a veces la inversión conseguía resultados. Los índices de circulación y lectoría de los 80 eran altísimos según artículos de la época. Grises años para todos. Las fotografías de esos concursos me gustan no solo por su valor histórico, sino también por los rostros de la gente. Como todos en ese Chile fuera de la élite, parecen gente sencilla que todavía no ha perdido esa aura bondadosa que aún persiste en algunas zonas del campo, donde todavía puedes caminar sin temor al cogoteo. La Nación regaló varias casas en esa época. He rastreado a esos afortunados ganadores en Temuco e incluso en Maipú, mi propia comuna, pero sin suerte. Las calles tienen otros nombres y el diario que les dio un lugar para vivir ya no existe.